Rafael Ávila

Que tal a todos; mi nombre es Rafael Suárez Ávila, curso la carrera de Derecho: hasta el día de hoy, considero que tomé la decisión de estudiarla debido a mis intereses acerca de una ciencia que deriva de su estudio: criminología, y aunque esta ciencia también se estudia como carrera por sí misma, la verdad es que en mi país no es del todo bien remunerada, por lo que el derecho, derecho penal, para ser específico, es una aproximación.

Realmente no sé si voy a terminar ejerciendo lo que deseo, pienso que sólo me estoy dejando llevar por una ilusión, puesto que en México existe un rezago sobre la criminología, esto por la falta de dispositivos necesarios para un caso pericial, y también por la corrupción que azota al país desde hace décadas. Sin embargo, localizandome en un plano más realista, aspiro a trabajar como abogado en asuntos de penal. La manera de afrontar casos bastante como asesinatos, asaltos, robos, violaciones, terrorismo me atrae. 

La justicia es algo que me fascina. La verdad, no lo hago por hacer un mundo mejor, no lo hago por los demás, por más nihilista que sea, sino porque me gusta la intensidad de los casos, además que muchos de ellos se relacionan con otras de mis ciencias favoritas, como la medicina, la psiquiatría o la anatomía. Mantener una conexión con alguien que es lunático, con un psicópata, un antisocial, enerva mi cuerpo. Pero esto tampoco es porque quiere castigarles, considero que la moral como algo relativo, que nuestra existencia está más allá del bien y el mal. Simplemente me llama la atención lo extraño, lo insólito. 

Pero esto, queriendo o no, ayuda a la sociedad, encerrar a alguien psicótico o enfermo, sin duda lo hace, aunque no creo que algún día pueda considerarme un héroe.